Yo soy ayer, ¿Y tú?

En este tercer post, hablaré de lo que tengo en mente sobre los recuerdos.
Para empezar, intentaré dar lo que es, para mí, una definición decente de recuerdo.
Un recuerdo es una experiencia, buena o mala, lo suficientemente fuerte o importante como para ganarse un hueco en nuestra memoria. Dada la definición empezaré a reflexionar.
Debido a la situación en la que me encuentro, me atrevo a decir que los recuerdos son el camino que una vez pasamos para llegar a donde estamos ahora, es decir, los recuerdos nos hacen ser tal y como somos en el presente. Curiosamente, al menos para mi, la mayoría de los recuerdos son malos y eso quiere decir que no sé apreciar los buenos momentos de la manera que se merecen, espero que, para ustedes, queridos lectores que me regaláis vuestro preciado tiempo, no sea este el caso. Por otro lado, pienso que los malos recuerdos tienen su parte buena también y se preguntarán, ¿Por qué?, pues porque esos malos recuerdos son experiencias de la vida por lo tanto, te hacen mas fuerte. Como es obvio los buenos recuerdos son la estimulación, la motivación, la energía que nos dan las ganas de vivir, ese momento que al recordarlo hace que nuestro corazón se estremezca de emoción, que nos hace felices.
Quizá deberíamos de apreciar los recuerdos tanto como la vida propia, los buenos recuerdos porque estamos orgullosos de ellos, somos felices reviviendolos una y otra vez, mientras, también deberíamos de apreciar los malos porque conociendo el mal podemos desarrollar una solución y a la vez usarlo como advertencia para no volver a cometer el error en si, en el caso, claro está, de que se sea posible evitarlo ya que hay cosas que sucederán queramos o no.
En mi opinión, los recuerdos, tanto los buenos como los malos, son positivos, unos mas que otros como es obvio pero sea cual sea el caso, es bueno retenerlos en la memoria, (ya sean amigos de la infancia, seres queridos que ya no están, situaciones embarazosas, momentos felices, momentos de odio, todo) porque los recuerdos son las piezas de puzle que al juntarlos, se forma la persona que somos hoy.
Por último finalizaré con una frase de alguien, que por desgracia no recuerdo y que dijo:
"Una persona no muere cuando su corazón se para, muere desde el momento que olvida quien es"
Gracias por su preciado tiempo
A-Tom